La madre de uno de los supuestos sicarios apresados por la muerte de tres personas a las que se vincula al alegado narcotraficante José Figueroa Agosto, defendió la inocencia de su hijo, a quien definió como un joven honesto que vive en la mayor estrechez económica. Alba Iris Mateo aseguró que su hijo, Ricardo Pérez Mateo, nunca ha estado preso ni ha viajado fuera del país, y que a lo que se dedica es a la compra y venta de repuestos para vehículos de motor en el sector Los Praditos, de la capital.

''Yo lo crié pobre, pero serio y responsable. Mi hijo, desde pequeño limpió zapatos, trabajó en talleres de haer cortinas y fue mensajero de una abogada'', dijo Mateo, entrevistada durante una visita que hizo a El Gobierno de la Tarde, de la Z-101.

Explicó que Pérez Mateo es casado, tiene dos niñas y que paga cinco mil pesos de casa, cuya mensualidad a veces se le atrasa durante varios meses y que en ocasiones ella tiene que cocinar para llevarle a su vástago porque no tiene qué comer en su casa.

Admitió, empero, que Pérez Mateo conoce a Gian Enrique Rojas Matos, el otro supuesto sicario detenido, a quien dijo que su hijo conoció ''en su transitar de su trabajo de vender piezas'' y a quien ella vio ''muy pocas veces en su casa''.

''Yo no sé por que ellos lo vinculan a ese caso (el de Figueroa Agosto), nosotros nos sorprendimos el día que fueron y lo agarraron preso a su casa'', exclamó Mateo, quien dijo que su hijo, quien está preso en el Departamento de Operaciones Especiales, en Manoguayabo, asegura que es inocente de las acusaciones que le formulan.

La semana pasada la jueza del Juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional, Awilda Reyes Beltré, envió por un año a la Cárcel de Najayo a Perez Mateo y Rojas Matos, a quienes la Fiscalía acusa de las muertes del coronel ® de la Policía, Jose Amado González y González, del comerciante Ruben Soto Hayet, propietario de la Panaderia La Francesa, y de Omar Antigua Polanco, supuesto lugarteniente de Figueroa Agosto.

De inmediato Pedro José Duarte Canaán, abogado de Rojas Matos, dijo que Reyes Beltré actuó bajo la presión social que envuelve el caso Figueroa Agosto, y dijo que a los detenidos se les violaron sus derechos constitucionales porque ambos fueron mantenidos incomunidos durante cuatro días en el Palacio de la Policía Nacional, y que al menos su cliente fue torturado.