NUEVA YORK._ Un pleito, entre dos desamparados inválidos y en sillas de ruedas, dejó a no de ellos muerto de 22 puñaladas, después que la víctima se quejara por hostigamiento a la policía, pero la uniformada hizo caso omiso de la denuncia. Los involucrados son los hispanos Felipe Rivera – Cruz y Ronal García, ambos boricuas y que vivían en el hogar para desamparados Barrir Free Living de la calle 2 en el sector del East Village de Manhattan. Se dijo que Cruz – Rivera apuñaló a García tras sostener una agria discusión por un espacio en la cafetería del centro para desamparados y luego de que éste, lo golpeara en la cabeza con una parte metálica de su silla de ruedas.

El informe, confirmado por la policía, dice que el 911 recibió una llamada y que dos agentes se presentaron al lugar, pero cuando Rivera – Cruz al que los oficiales, encontraron borracho y en el piso, quiso poner la denuncia contra García, los policías rehusaron procesar la querella. Luego, el matador subió raudo en su silla de ruedas de alta velocidad al segundo piso donde dormía García y le asestó las 22 estocadas, según testigos que también residen en el centro.

El albergue, está situado en el 270 de la calle 2 y residen otras 40 personas sin hogares. Un conocido de los inválidos, dijo que García era un sujeto de la calle y se le notaba que tenía problemas mentales, mientras describió a Rivera- Cruz el homicida, como un tipo violento que gusta del alcohol.

Las autoridades municipales responsables de manejar el albergue, no hicieron comentarios al respecto y una portavoz del Departamento de Desamparados, indicó que la agencia investiga el crimen. Se informó que el asesino, acusado por homicidio y posesión de un arma criminal, había estado preso en Puerto Rico por hechos similares.

García expiró en el hospital Bellevue donde fue declarado muerto. Algunos desamparados del albergue, se quejaron de que si la policía, hubiera tomado la queja, el asesinato quizás no hubiese ocurrido.