Bogotá, 15 dic (EFE).- El ex jefe máximo de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Salvatore Mancuso, extraditado a Estados Unidos en mayo de 2008, "exportó" unas 119 toneladas de cocaína a ocho países entre 1996 y 2004, reveló este martes la Fiscalía. La revelación fue hecha ante la Unidad de Justicia y Paz, en la que un fiscal imputó a Mancuso cargos "por tráfico de estupefacientes y tráfico de armas y municiones de uso privativo de las Fuerzas Armadas", según fuentes de la entidad acusadora.

Durante una audiencia en la ciudad norteña de Barranquilla, "la Fiscalía documentó cómo desde 1996 y hasta 2004 el hoy ex paramilitar envió más de 119 mil kilos de cocaína a Haití, República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela, México, Honduras, Guatemala y Estados Unidos".

En la misma diligencia judicial se detalló cómo operaban los laboratorios de refinado de esa droga en Córdoba, departamento del noroeste colombiano, al mando de Fabio Ochoa Vásquez, reconocido narcotraficante también extraditado a EE.UU.

También se habló de otro centro de refinado en Pailitas, en el norteño departamento del Cesar, a cargo de un ex jefe conocido con el alias de "Omega", y de uno más en la localidad de La Caucana, en Antioquia (noroeste), de Ramiro Vanoy, alias "Cuco Vanoy", enviado a EE.UU. en mayo del año pasado.

Mancuso, según las fuentes, aceptó que los envíos de esos alijos de cocaína fueron hechos desde puertos colombianos en el Golfo de Morrosquillo, en Urabá, Bolívar, Atlántico y La Guajira, todos en el litoral norteño, y con apoyo de otros narcotraficantes como Orlando Henao y Fabio Ochoa.

El ex jefe máximo de las AUC igualmente reconoció que su organización compró más de 10 mil armas de largo alcance provenientes de Bulgaria, Venezuela y de países de Centroamérica, que ingresaron a Colombia por los puertos de Buenaventura y Urabá, supuestamente con apoyo de miembros del Ejército.

Entre 2003 y 2006 más de 31.000 paramilitares se desmovilizaron tras acuerdos con el Gobierno del presidente Álvaro Uribe, entre ellos varios de sus jefes.

Quince de esos jefes paramilitares fueron extraditados a Estados Unidos después de que el Gobierno colombiano considerara que continuaban delinquiendo desde la prisión a través del narcotráfico.