52 por ciento de las mujeres que figuran en el Sistema Penitenciario Nacional guardan prisión por violación a la ley 50-88, sobre Sustancias Controladas.La información está contenida en un informe estadístico que determina que a estos casos le siguen 21 por homicidios y 12 por ciento robo, y sólo un 1 por ciento de las mujeres privadas de libertad cometieron violación sexual. En la actualidad en el Sistema Penitenciario conviven 19 mil 342 reclusos en Centros de Corrección y Rehabilitación y cárceles del país, de los cuales 562 corresponden al sexo femenino. De estas 562 mujeres en prisión 283 han recibido condenas definitivas para un 50.4 por ciento de la población y 279 se encuentran en estado preventivo para un 49.6 por ciento. En cuanto a la nacionalidad de las 562 internas, 474 son criollas y 88 de diferentes nacionalidades, predominando las de procedencia europea.

Guardando prisión en los dos Centros de Corrección y Rehabilitación que se han habilitado para el Nuevo Modelo Penitenciario ( Najayo y Rafey Mujeres) hay 365, mientras que el Tradicional Modelo alberga a 197 mujeres distribuidas en 9 recintos a todo lo largo y ancho del país.

La Dirección de Prisiones en procura de lograr cambios en la conducta de las mujeres que guardan prisión, tiene en ejecución una serie de programas que van desde educativos, deportivos, culturales y laborales con la capacitación de cursos técnicos, en coordinación con la Secretaría de Estado de Educación, el Instituto Técnico Profesional , y otras instituciones privadas y estatales que van en auxilio de estas.

Las actividades que se desarrollan en los recintos en donde habitan mujeres permite que estas al cumplir sus penas puedan insertarse a la vida sociolaboral, pudiendo volver a ser el sostén de sus familias.

Una muestra palpable de lo que expresamos es Yesinia Nuñez Acosta (Susana) madre de 3 hijos quien cumplió 2 años de una condena de 4, por violación a la ley 50-88 en el Centro de Najayo Mujeres.

Yesenia asegura que la prisión en Najayo le sirvió para conocer a Dios, y capacitarse en estilismo, química, artesanales y tejido, entre otros cursos.

Esta capacitación cuenta Yesenía le está permitiendo en estos momentos sustentar a su familia.

Solicitó al gobierno contribuir con eliminar los estigmas que le impone la sociedad, a hombres y mujeres que salen de las cárceles, y que aún cuando han cumplido sus pena les impiden conseguir un trabajo.

Aseguró que el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciario que se ejecuta desde la Procuraduría General de la República contribuye con la regeneración de hombres y mujeres que han cometido un delito.

A partir del mes de Septiembre de este año que finaliza , con la llegada del Mayor General doctor Manuel de Jesús Pérez Sánchez a la Dirección General de Prisiones, se dispuso que la paridad de género que tanto demandan las sociedades del mundo, también se cumpla en las cárceles del país, creando una Unidad de Género que está bajo la coordinación de la licenciada Milagros Ricardo, Subdirectora Administrativa.

Ricardo nos manifiesta que dentro de los proyectos que tiene esta unidad en carpeta figuran incluir en la ley 224-85 el tema género, así como tratamientos con enfoques de género a fin de lograr la rehabilitación y reinserción laboral, y motivar al Estado para que erogue los fondos necesarios que redundarían en beneficio de la población penitenciaria femenina.

“La Unidad de Género de Prisiones también trabaja en la presentación de un proyecto de presupuesto que garantice la ejecución de las mejoras necesarias a las internas.”

Pero mientras eso llega la Dirección de Prisiones no se queda quieta y también trabaja en el reordenamiento de las 197 mujeres que guardan prisión junto a hombres en 7 recintos del modelo tradicional.

Ese reordenamiento viene acompañado de mejoras en áreas importantes como, las instalaciones sanitarias, dormitorios, educativas y laborales, así aumento de las actividades que se realizan en los recintos femeninos en procura de crear los espacios necesarios que garantice el respeto a la dignidad y a su integridad física.