Madrid, 15 abr (EFE).- Las cenizas volcánicas son altamente abrasivas y una nube de ellas puede llegar a colapsar los motores de un avión en vuelo al bloquear sus turbinas, explicó hoy a Efe un experto de la aviación comercial española que comentó el peligro desencadenado por la erupción de un volcán en Islandia.

El presidente del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial española, Luis Lacasa, señaló que, ante ese riesgo, la decisión de cerrar al tráfico aéreo los principales aeropuertos del norte de Europa es la "más sensata".

Lacasa explicó que el efecto de las cenizas en los aparatos es como atravesar un "chorro de arena" y a 800 kilómetros por hora puede hacer que todos los cristales del avión queden esmerilados.

Además, según este piloto, la ceniza puede "entrar en las turbinas y deformarlas", llegando a "apagar los motores".

La erupción de uno de los cráteres existentes en las proximidades de Keflavik, localidad islandesa situada al oeste del glaciar Eyjafjälla, originó una nube de cenizas que obligó a varios países del norte de Europa a cerrar su espacio aéreo.

Miles de pasajeros se quedaron en tierra, tras la cancelación de vuelos en todo el continente.

En concreto, la Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol) informó de que fue suspendido el 15 por ciento de los vuelos europeos.

Los primeros en cerrar sus espacios aéreos fueron Noruega, Reino Unido e Irlanda, y se espera que en las próximas horas se sumen a estas medidas Dinamarca y Suecia, mientras que el Gobierno de Finlandia decidió cerrar los aeropuertos del norte del país.

En España, hasta las 17.30 hora local (15.30 GMT) se habían cancelado 466 vuelos que unen este país con el Reino Unido, Irlanda, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Alemania, Bélgica, Holanda y Francia.

Los meteorólogos consideran que pueden pasar varios días antes de que se disperse la nube de cenizas.