SANTO  DOMINGO, RD,- La República Dominicana ocupa el lugar 101 en materia de corrupción, entre los 178 países del mundo, y  14 de 23 del Continente Americano, además desde hace varios años se mantiene estacada  en un índice de 3.0 en la  escala de 10, lo cual denota la percepción generalizada de que  en el país existe un alto nivel de corrupción. Al país le siguen Venezuela, Haití y Paraguay, de acuerdo a estudios realizados y  dado a conocer realizados por Transparencia Intencional. El organismo reiteró a través de su capítulo nacional Participación Ciudadana, que la República Dominicana ocupa el lugar 14 de 23 del Continente Americano.

Sin embargo, dijo que su posición mejoró en la región, pero no por méritos propios,  sino porque la situación de otros países ha empeorado, como son los casos de Venezuela, Haití y Paraguay, que aparecen entre los países de mayor corrupción en el mundo.

La entidad destaca en su informe anual sobre percepción de la corrupción a nivel mundial, que la República Dominicana aparece con una baja puntuación, lo cual confirma  la percepción de que la corrupción es una práctica habitual y extendida.

Sostiene que los resultados de ese estudio  desmiente las recientes afirmaciones del presidente Leonel Fernández en el sentido de que la corrupción en el país no es generalizada y que se trata de casos aislados de micro corrupción que existen en todos los países.

Indica el documento que por los menos, eso no coincide con la forma como es visto el país por la comunidad de inversionistas extranjeros, académicos, investigadores y funcionarios de agencias y organismos internacionales, ni mucho menos con la percepción de la ciudadanía en el país.

Los datos fueron ofrecidos por los  coordinadores de Participación Ciudadana, Miriam Díaz Santana, Santiago Sosa, Javier Cabreja, Semil Shami Isa y Cándido Mercedes.

Indicaron que en los últimos años, se han denunciado y comprobado hechos de corrupción, muchos de ellos que envuelven sumas de decenas y centenares de millones de pesos, en numerosas instituciones del Estado, todo dentro de las acciones  que son calificadas como tales por las convenciones internacionales de las que el país es signatario, específicamente  por la Convención de las Naciones Unidas y la Convención  Interamericana contra la Corrupción.

Recordaron que hechos producidos entre el 2009 y el 2010 confirman la percepción de alta corrupción que tiene más del 85% de la población dominicana, según lo muestran las encuestas.

Manifestaron que la ley de Compras y Contrataciones es ignorada por la mayoría de las instituciones públicas, con la consecuencia  en escape de los recursos que todo el mundo conoce y que el mismoPresidente había anunciado antes de llegar al poder.

“Se han generalizado la auto asignación de beneficios e ingresos desproporcionados en las instituciones públicas, sobre todo en el Congreso Nacional, los organismos autónomos, la Cámara de Cuentas,numerosas instituciones del  Estado han sido  entregadas a los aliados del partido en el poder, quienes la usan para su propio enriquecimiento”, expresaron.

Denunciaron que el nombramiento por el Poder Ejecutivo de 53 miembros o personas con ese rango, más de 325 viceministros y centenares de asesores sin funciones, las nominillas por cientos de millones de pesos para pago a la militancia del partido en el poder sin que se realicen ninguna función pública, y el abultamiento desproporcionado de las nominillas del servicio exterior, son signos claro de corrupción.

Finalmente dijeron que la percepción de la corrupción en el país es alta, no  sólo por todos esos hechos que mencionaron, sino también porque ninguna autoridad actúa para evitarlos ni muchos menos para castigarlos.

Significaron que la impunidad reproduce la corrupción y crea en los ciudadanos una gran desconfianza y frustración que se traduce en anomalía social  y deterioro de los valores.

El hecho de que en el país nadie guarde prisión por hechos de corrupción habla muy mal de los esfuerzos gubernamentales en esta materia, ya que en el presente gobierno y en los anteriores se han documentado decenas de casos.

Sostienen que esos resultados indican medidas más enérgicas para fortalecer la gobernanza  en  todo el mundo.

Asimismo, manifestaron que los gobiernos tienen el desafío de incorporar medidas contra la corrupción en todos los ámbitos, desde las respuestas a la crisis financiera   y al cambio climático, hasta los compromisos de erradicación de la pobreza por parte de la comunidad internacional.