El ingeniero Miguel Vargas, un acaudalado empresario de la construcción con fama de pragmático, enfrenta el 16 de mayo su mayor reto político, al presentarse como candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que hace cuatro años sufrió una aplastante derrota en las urnas.

Este hombre, a quien le gusta repetir que más que un político es un gerente, nació en Santo Domingo en 1950 y en 1974 terminaba sus estudios de ingeniería en el recinto Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico.

De hablar pausado, cabellera blanca y rostro adusto, Vargas se alzó con las primarias del socialdemócrata Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en 2007, superando ampliamente a una figura histórica de la organización, la ex vicepresidenta dominicana Milagros Ortiz Bosch.

Poco a poco, el que fuera ministro de Obras Públicas del gobierno de Hipólito Mejía (2000-2004), cargo desde el que se dio a conocer en todo el país como un funcionario eficiente, ha logrado aglutinar a las fuerzas del PRD y potenciarlas como opción de poder frente a un presidente en ejercicio que nunca perdió una elección.

Casado con María Ángeles García y padre de tres hijos, fue durante dos años (1982-84) director de la estatal Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD).

Después de ese primer cargo público, Vargas se dedicó a los negocios privados creando empresas dedicadas a la construcción turística, de apartamentos y plazas en varios puntos del país, aunque se mantuvo activo dentro de su partido en ocasiones como colaborador de su desaparecido líder, José Francisco Peña Gómez.

Precisamente, Vargas saltó a la notoriedad pública cuando en 1997 disputó junto a otros dirigentes la candidatura del PRD a la alcaldía de Santo Domingo, lo que trajo como consecuencia una crisis partidaria que Peña Gómez subsanó asumiendo la postulación, aunque murió días antes de las elecciones de 1998.

El hoy candidato a la Presidencia dominicana es considerado como un hombre "hogareño" por sus cercanos, quienes destacan su gran capacidad de trabajo y su permanente contacto con las bases del partido.

A principios de año el político reveló que es hijo del empresario y ex senador de la provincia La Vega (norte), Pedro A. Rivera, quien en vida fuera amigo personal del ex presidente Joaquín Balaguer, fundador del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), hasta hace pocos años el principal rival político del PRD.

Enarbolando la necesidad de un gobierno que redistribuya los ingresos y baje los impuestos, Vargas asume una candidatura que en sus inicios pareció detenerse en el tiempo, pero a quien factores propios y extraños han impulsado recientemente hasta una posición con mayores posibilidades de éxito.

El candidato opositor ha calificado de "corrupto" en reiteradas ocasiones al gobierno del presidente dominicano, Leonel Fernández, su principal contrincante en la carrera presidencial.

Sin embargo, sus detractores y rivales políticos le acusan de haber engrosado su fortuna haciéndose favorecer por el Estado dominicano durante el período en que desempeñó las funciones de ministro de Obras Públicas.

Las acusaciones también han llegado desde el exterior, al aparecer su nombre en varios reportajes periodísticos que lo vinculan al 'Caso Malaya', una amplia red de corrupción descubierta en el ayuntamiento de la localidad española de Marbella.

Además, una reciente publicación desde Panamá da cuenta de que el entonces ministro Vargas favoreció con miles de dólares al año al hoy presidente panameño, Martín Torrijos, a través de un contrato en el que éste figuraba como "asesor" del Ministerio de Obras Públicas dominicano.

Vargas, no obstante, ha lanzado un reto a sus rivales para que le demuestren su supuesta participación en el caso de corrupción en España, y aseguró que su único contacto con Carlos Sánchez ha sido de "empresario a empresario".