NUEVA YORK._ Más de 30 familias dominicanas que el viernes de la semana pasada fueron evacuadas del edificio 552 de la avenida Academy en el sector Inwood del Alto Manhattan, siguen albergadas en un refugio temporal de la Asociación de Jóvenes Cristianos de América (YMCA), aunque la mayoría de los afectados, están resistiendo la situación y reclaman regresar a sus casas a la brevedad posible. El inmueble, casi al derrumbarse en algunos ángulos, llegó a una situación tan peligrosa que el Departamento de Viviendas, Preservación y Desarrollo de Edificios de la ciudad, tuvo que tomar la decisión por encima de la voluntad de los residentes que originalmente, se negaron a abandonar sus apartamentos y pertenencias.

Llevan años luchando en la Corte de Vivienda a través de la Asociación de Inquilinos, pero no fue sino hasta que la estructura comenzó a representar una amenaza para sus vidas, que las autoridades tomaron la salomónica medida.  La agencia municipal de vivienda está haciendo reparaciones parciales, pero el edificio, propiedad de la desarrolladora urbana Rachel Arfa, tiene 900 violaciones, un récord sin precedentes para un solo inmueble residencial de la ciudad.

Ella tiene otros 11 edificios, la mayoría con los mismos problemas. Sus propiedades figuran en la lista de las 200 propiedades más descuidadas e inhabitables de Nueva York. Con casi 4 años sin los vitales servicios de gas y calefacción y sin que se les instalen estufas (obligación contractual de los propietarios), los inquilinos sostienen que han sido tratados como animales por la empresa de bienes raíces.

Un juez de vivienda asignó un administrador independiente en tanto la ciudad se pone de acuerdo con la dueña para que se transfiera la propiedad a la Asociación de Inquilinos.

Para hoy martes y mañana miércoles, se esperaba que los inspectores de la Autoridad de Vivienda continuaran la supervisión y análisis de las violaciones y fallas estructurales y de servicios en el edificio.

LOS POLITICOS

La reacción de los principales legisladores de la ciudad, ha sido drástica contra la propietaria y el concejal Ydanis Rodríguez, el senador estatal Adriano Espaillat y el asambleísta Guillermo Linares, advirtieron que seguirán junto a las familias evacuadas, hasta que se resuelva la situación.

Rodríguez recordó que el año pasado asignó $1 millón de dólares de fondos municipales para parte de la reconstrucción del inmueble y se diligenciaron otros $500.000 con la presidencia del condado de Manhattan, pero el costo total de la renovación es de $20 millones de dólares, por lo que el liderazgo político y las organizaciones comunitarias, están presionando a la ciudad a que disponga del fondo.

Explicó que los refugiados, a los que está visitando. Dijo que el refugio está en la calle 73 y avenida Broadway en el centro de Manhattan, cuya situación es la de que duermen con sus habitaciones pagadas hasta el viernes de esta semana.

Expresó que cuando fueron evacuados la ciudad les propuso llevarlos a un refugio municipal (setter) y a un hotel para desamparados, cerca del aeropuerto Kennedy, pero los líderes políticos de la comunidad, se opusieron logrando que fueran ubicados en los dormitorios de YMCA. “Buscamos que la propietaria entregue el título del edificio, ella quiere negociar, pero con lo ocurrido, creemos que el edificio finalmente pasará a manos de los inquilinos. Hemos planteado tres puntos: que se le despoje de la propiedad, que se destinen los $20 millones para la reconstrucción y que mientras se desarrollan esos procesos, se mantengan en lugares adecuados”, añadió el concejal.

Adelantó que hoy martes, habrá una reunión con las agencias de la ciudad, esperando que los residentes no tengan que regresar al edificio, hasta que no esté reconstruido totalmente. “Lo que ellos quieren escuchar es que el Departamento de Viviendas, ponga los recursos que faltan para revitalizar el inmueble. También queremos que se les den apartamentos temporales, porque lo de los refugios, no lo vamos a permitir, estaremos siempre junto a ellos hasta que se resuelva el problema”.

Rodríguez dijo que este es el momento para que la comunidad y su liderazgo se mantengan unidos y trabajar para lograr que a los inquilinos se les proporcionen viviendas adecuadas. Espaillat  dijo por su parte que una década de sufrimientos, es un castigo largo, e inaceptable, por lo que es hora de que la situación sea resuelta.

Iris Bertoni, presidenta de la Asociación de Inquilinos sostuvo que en el edificio hay muchos enfermos, minusválidos y niños con problemas, quienes merecen seguir adelante con sus vidas, en lo que se reubican en un edificio seguro.