lunes, 2 de junio de 2008

"TRES SENTIMIENTOS" REVIENTA EL JARAGUA

“Tres sentimientos”, que anteanoche se presentó en el hotel Jaragua, logró una formidable propuesta artística y sus tres protagonistas (Héctor Acosta, Sergio Vargas y Fernando Villalona) estuvieron a la altura de lo que se esperaba.

Sin embargo, hubo un caso digno de resaltar: el de Fernando Villalona. Cuando comenzó a cantar “Soy de aquellos que sueñan con la libertad, capitán de un velero que no tiene mar...”

los ángeles de la custodia despertaron y desde entonces estuvieron con él toda la noche. Ellos le tocaron su corazón y le inyectaron sus mieles. Los resultados: una formidable voz que hacía muchos años había sido afectada por los vicios y el deterioro físico.

Villalona estuvo como en otros tiempos, bien entonado, sereno, sobrio, manejando el público a su antojo y respaldado por una orquesta de primera categoría.

También fue oportuno al referirse a su posición en contra del maltrato a la mujer y dedicó el concierto a su madre, Arcadia.

“Si van a levantarle las manos a una mujer que sea para entregarle una rosa”, expresó “El Mayimbe” y los aplausos fueron inmediatos en medio de rosas que fueron lanzadas por mujeres al escenario. Selinée Méndez, la esposa del productor del show, René Brea, coreaba sus temas. A ellos él le dedicó “Esclavo y amo”, un clásico (“Qué influencia tienen tus labios que cuando me besan tiemblo y hacen que me sienta esclavo y amo del universo...”).

A su manera
“El Mayimbe” fue acompañado en cada tema por su público y hasta interpretó aquella canción reservada a los grandes, “A mi manera”, y que reza: “El fin pronto vendrá, realizaré mi última escena. Mi vida un acto fue que presenté por dondequiera. Mas no hubo, no hubo falsedad en mi actuación que yo supiera. Mi vida, la viví a mi manera...”.

Villalona no necesita mucho para exacerbar las pasiones. La gente va a su ritmo, con entusiasmo, ya sea en bolero o en merengue. Fue el epicentro de la noche y por eso el final se le unieron Sergio y “El Torito” en el tema “Dominicano soy”. Luego vendría un trozo de “Baila en la calle” y al final del concierto romántico, con pinceladas de espectáculo, terminó la madrugada del domingo en un ambiente festivo.

Héctor Acosta como gestor y René Brea como productor lograron una producción histórica. Era la primera vez que se juntaban en un mismo escenario estos tres propulsores modernos de la música popular dominicana. “El Torito” estaba feliz. Desde la misma entrada al escenario, a las 11:05, en un motor del concho se le notaba. Su voz y su repertorio son garantía de éxito rotundo.

“Si tú estuvieras”, “Sin perdón”, “Quizás sí, quizás no” y otras tantas fueron coreadas por la gente. Al final remató con su tornado musical: “Me voy de la casa y vendo el anillo, ya no te soporto, punto y final...”.

“El Torito también dedicó su presentación a su madre espiritual: “Este concierto se lo dedico a alguien que está sentada en primera fila, que aunque ustedes no la vean ella está aquí. Esa es la virgencita de Altagracia que siempre me acompaña”.

El primero en subir al vistoso escenario, con juego de luces y pantallas, fue Sergio Vargas, quien embruja por ese timbre de voz tan suyo.

“El Negrito de Villa” fue quien mejor montaje visual logró, aunque la escogencia de algunos temas no prendió como esperaba.

El climax de su presentación lo logró al interpretar “Como un bolero”, el magistral dardo amoroso (composición de José Antonio Rodríguez).

Su cierre fue muy acertado, con merengues, entre ellos “La quiero a morir”, que desde el 1986 lo puso en el mapa del gusto popular.

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