Por: Frank Guerra
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En el ir y venir del tiempo, la vida, con su interesante destino, nos da sorpresa, en momento nos pone en la cima, en otro nos pone en situaciones difíciles; pero, lo que hay que tener en cuenta es que en el cielo no se paga nada, todo se paga aquí, en el mundo terrenal.

Entre amigos, en la familia, en lo profesional, en la política, en el arte, en todos los ámbitos de la vida, hay que tener bien claro que la formación y como la persona actúa así mismo tendrá su resultado.

Este artículo lo escribí mientras compartía una tertulia con amigos que tenia mucho tiempo que no nos juntábamos y me surgió la idea de escribir lo que ahora mismo ustedes están leyendo. Le contaba a esos amigos lo siguiente: Hay una persona quien es muy cercana de un candidato que, mientras yo lo defendía con puños y espada ante todo los sectores ella me criticó severamente llegando hasta decir que yo no era confiable y que el candidato no podía confiar en mí lo que yo tuve que hacerle un manuscrito que quiero que ustedes también compartan algunos de mis considerándos para que todos tengamos en cuenta que aquí todo se paga.

En la lucha interna del PRD donde yo era el vocero de la plancha que ganó tuve que enfrentar muchas situaciones difíciles. Lo primero que hay que entender que para hablar de lealtad y de confianza, hay que enjuagarse la boca con cloro y después pasarse un cepillo de alambre. Recuerdo que en las elecciones del 2008 el Sr. Rafael Núñez, encargado de prensa y publicidad del Palacio Nacional me visitó en mi oficina y me expresó que el había sido enviado por el presidente exclusivamente donde mí y me puso un cheque en blanco encima de mi escritorio y yo no caí en esa tentación mientras que la mayoría de los comunicadores aceptaron que su opinión fuera mermada.

2do: Siempre he estado al servicio de ese candidato porque lo considero una persona sana y bueno.

3ro: En la campaña interna hubo una persona que era adversario nuestro y externó que él se iba a cortar el pelo cuando su candidato, quien era contrario a nosotros, ganara y fuera candidato oficial porque repetir con el otro candidato a quien yo apoyaba era una aberración, sin embargo, esa persona hoy está al lado de quien yo apoyaba porque parece ser que aquí se apoya la traición y el engaño; pero bien, todo ha pasado y seguimos igual.

Parece ser que seguimos en el mismo charco de mierda.

Michel Dicent, quien ganó la convención del PRD, fue reconocido por el partido, ahora se le quiere quitar la candidatura a diputado, porque según la cúpula del PRD hay que cumplir con la cuota de la mujer, excusa esta que nadie la cree porque el muchacho ha crecido vertiginosamente. Esto que se le quiere hacer a este joven emprendedor es castrar la democracia, es cortarle las alas a la juventud y es una afrenta para que los derechos adquiridos sean aniquilados, y parece paradójico que nosotros que hemos tenido un estilo de vida intachable y trabajando con formación y educación de jóvenes y adultos mencionemos “Charco de Mierda” pero que no encontramos otra palabra para comparar lo que se está viviendo en los partido políticos, pero eso es así unas van de cal y otras van de arena, lo que hay que entender es que aquí todo se paga.