El diputado por la provincia Sánchez Ramírez, Rafael Molina Lluberes, confirmó este jueves que fue acosado durante varios kilómetros de la Autopista Duarte, por desconocidos con el rostro cubierto con pasamontañas que trataron de intimidarlo, lo que atribuye a su postura adversa al contrato entre el Estado y la minera Barrick Gold.

Molina Lluberes indicó que el hecho devino en un tiroteo. La persecución del vehículo en que iba el diputado junto a su personal de seguridad inició a la altura del kilómetro 22 de la referida vía, primero por parte de personas a bordo de dos vehículos, y luego por parte de encapuchados motorizados que le obstruían el paso.

“Las otras noches veníamos de Cotuí y nos venían persiguiendo dos carros, un Toyota y un Honda Civic, entonces desde el kilómetro 22 aparecieron motoristas con pasamontañas; tuvimos que despejar la vía a tiros y los perseguimos hasta una bomba del ensanche Alameda (sector situado en el KM 14)”, narró el legislador reformista.

Al ofrecer los detalles del incidente, Molina Lluberes confirmó la información divulgada horas antes como primicia en El Gobierno de la Mañana, por el comunicador Álvaro Arvelo.

“Te callas o te callamos”

Molina Lluberes externó que le preocupa “la actitud mafiosa que ha tomado la Barrick Gold” frente a quienes se oponen a los términos del contrato, que le permite explotar las reservas de oro de Pueblo Viejo, en Cotuí.

Opinó en este orden que “el mensaje es claro: o te callas o te callamos”.

Explicó que desde que empezó a objetar el citado convenio le llamaron “atrevido, alegando que fue aprobado por las instituciones del Estado” y que la multinacional ya había invertido más de 500 millones de dólares en sus instalaciones.

Reiteró que seguirá abogando por la revisión del contrato que a su entender constituye “una estafa contra el Estado” y un atentado contra su provincia, en términos medioambientales.

Denunció que el polvillo derivado de las excavaciones ha cubierto de un color amarillento la capa vegetativa de la zona en donde opera la minera, que, insistió, “debe asumir el pasivo ambiental” heredado de la extinta Rosario Dominicana.

Con respecto a la denuncia de que la Barrick Gold estaría conformando su personal de seguridad con sudamericanos incluso vinculados a grupos paramilitares de Colombia, indicó que durante una visita suya a las instalaciones de la empresa pudo apreciar a personas “con características ajenas a las de un técnico minero”.

Al respecto, propuso “que se evalúe el perfil” del personal de seguridad de la multinacional canadiense.