NUEVA YORK._ De exportador multimillonario corporativo, ahora, Terrance Watanabe de ascendencia asiática, ha pasado a los primeros planos de la prensa norteamericana, por convertirse prácticamente en un méndigo. Y es que las escasísimas veces en las que un acaudalado hombre de negocios se ha convertido de millonario a mendigo, casi nunca pasan por desapercibidas. Watanabe, batió el récord para una sola persona en los deslumbrantes casinos de Las Vegas (Nevada) que como los dos de la corporación Harrah´s – Cesar´s Palace y Río - pudieron aumentar sus ingresos en un 5.6% durante el 2007 a costa de la miseria del jugador compulsivo.

De los bolsillos del apostador, que tuvo que salir a colectar para pagar sus abogados en una demanda que interpuso contra los casinos, alegando que los negocios se aprovecharon de su situación de vicioso sin control, pero además sus acreedores, lo tienen en “cuidados intensivos” por una deuda de $20 millones de dólares.

En la demanda, Watanabe acusa al personal del casino y a los crupieres de las mesas de póker, de haberlo atiborrado con alcohol para que perdiera el control y hacerlo jugar. El fracasado millonario visitaba los centros de juego desde el 2007, pero sólo necesitó un año para pasar a la lista de los más pobres.

Su fortuna la amasó durante más de dos décadas con un negocio de importación de artículos para fiestas, propiedad de su familia en Omaha (Nebraska). Acusa también a los administradores del casino de haberle suministrado “píldoras” supuestamente para el “dolor” y pudiera seguir jugando.

La Junta de Control de Juego de Nevada abrió una investigación al respecto, luego que la Corte Civil diera mérito a la demanda. La pesquisa determinará si los casinos violaron las regulaciones de apuestas en el caso de Watanabe.

Pero los casinos, contra acusaron al otrora multi millonario porque alegadamente los estafó con $14. 7 millones de dólares en créditos para seguir jugando y que también perdió. Watanabe arguye que los casinos no han cumplido la promesa de restituirle parte de lo perdido y que por el contrario, lo seducían a seguir, aprovechando que casi siempre estaba “ahogado” en alcohol.

El portavoz de los casinos Harrah´s Jan Jones dice que la demanda es una táctica con la que Watanabe, intenta librarse de la deuda y la cárcel. Empero, ex empleados de los casinos, atestiguan que recibieron órdenes de los gerentes en las que se les instruía de dejar que el apostador, siguiera jugando aún estando visiblemente intoxicado de alcohol o se arriesgaban a perder sus puestos.

Las leyes estatales de Nevada, prohíben a los casinos permitir a jugadores compulsivos o fuera de control estar en sus mesas de apuestas. Lo peor de todo es que si Watanabe, es hallado culpable, podría ser condenado hasta 28 años de cárcel.