De acuerdo a sugerencias hechas por los principales organismos de financiamiento internacionales, la República Dominicana tiene capacidad para endeudarse hasta un 40% del PIB, y luego iniciar un proceso para bajar la deuda pública a un equivalente del 30% del PIB. Datos extraoficiales preliminares indican que en los actuales momentos la deuda global pública, tanto externa como interna suman el 35% del PIB, pero que para invertir en áreas reproductivas la República Dominicana puede contraer compromisos hasta un 40% de su Producto Interno Bruto.

El pasado fin de semana la Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC) pidió al Gobierno dar un “frenazo” al endeudamiento público, ya que deuda total del país sobrepasa el 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Recientemente el gobernador del Banco Central, licenciado Héctor Valdez Albizu, reveló que la deuda pública se acercaba al 35 por ciento del PIB dominicano incluyendo la deuda de la entidad que él preside, significando que todavía, según las recomendaciones de entidades internacionales reconocidas aún tenemos capacidad para llevar esta deuda hasta un 40% del PIB, para luego ir reduciendo la misma hasta un 30% del en un tiempo moderado.

“Si hay algo a lo que hay que ponerle mucha atención es al tema del endeudamiento, pues a nuestro juicio, éste ritmo acelerado del crecimiento de la deuda pública total que llevamos está empeñando de una manera peligrosa el futuro de las próximas generaciones”, manifestó Pedro Pérez González, presidente de la ONEC.

En los últimos años el Partido Revolucionario Dominicano ha cuestionado lo que califica como una carrera alocada del Gobierno la contratación de varios empréstitos, algunos de ellos para la construcción del Metro de Santo Domingo, criticando con mucha dureza la última colocación de 750 millones de dólares en bonos soberanos en los mercados de capitales internacionales, recursos que de acuerdo a las autoridades gubernamentales están consignados en el Presupuesto Nacional de este año, y se destinarán a la construcción de obras de infraestructura con el objetivo principal de dinamizar la economía y, por consiguiente, generar una mayor cantidad de empleos.