BONAO.-Cientos de personas participaron ayer en esta ciudad de una marcha-caminata para pedir justicia por la muerte de un joven en la pasada huelga del pasado martes 23 de julio convocada por diferentes organizaciones populares realizada en esta ciudad.

La marcha para pedir justicia se inició a las diez de la mañana desde la residencia de los padres del joven Gregorio Manuel Hernández, muerto de un balazo, ubicada en la calle 6 casa número 3 del sector Las Flores, cuando se realizaban enfrentamientos entre policías y manifestantes en la calle Las Mercedes.

La marcha que recorrió varias calles culminó en la fiscalía de aquí y fue organizada por los familiares del joven muerto Gregorio Manuel Hernández, quienes piden justicia ante la impunidad de este caso que ya va para dos meses si hallar culpable.

Portando cartelones y pancartas pidieron al fiscal Arismendy Ramírez Nova, a que el caso no se quede en el limbo, ya que se quieren ocultar a los verdaderos responsables, según dijeron sus familiares en el frente de la fiscalía, donde el magistrado fiscal salio de su despacho a escucharlo.

Los padres del joven muerto, Tomás Hernández Abreu y Minerva Peña, organizaron la actividad para reclamar de justicia y que los responsables del hecho sean debidamente sancionados y el hecho aclarecido.

En la marcha participaron los periodistas Arquímedes Luna y Reynaldo Sánchez, quienes resultaron heridos cuando cubrían para sus medios los incidentes que se realizaban en ese momento y en el que fue muerto el Joven Hernández en la calle Las Mercedes.

Grupos de organizaciones populares respaldaron la marcha y le pidieron al fiscal Arismendy Ramírez, a que sea responsable e investigue hasta las ultimas consecuencias este caso que no debe quedar impugne.
“Queremos justicia, que los asesinos vayan a la cárcel”, pedían la madre y el padre del joven muerto, quienes dijeron que no van a desmayar hasta tanto los culpables de la muerte de su hijo no quede aclarado.

Por este hecho guardan prisión preventiva los jóvenes Álvaro Luís Rodríguez de León y Edwin Josué Inoa Hernández, quienes fueron acusados por la policía de haber disparado contra el joven muerto y los dos periodistas Luna y Sánchez.

Los familiares de Hernández no se querellaron contra Rodríguez e Inoa por entender que a estos dos jóvenes lo tienen de chivos expiatorios, y que el jefe de la Policía mayor general, Rafael Guillermo Guzmán Fermín quiso salir del caso rápido para calmar la población y metiendo a eso dos jóvenes a la cárcel que nada tienen que ver con el hecho.