domingo, 23 de mayo de 2010

Politólogo llama a partidos a dejar de buscar culpables de derrota y evaluar con criterios técnicos



SANTO DOMINGO.- El politólogo Belarminio Ramírez Morillo instó a los partidos políticos a que evalúen las causas de sus victorias y sus derrotas en el pasado proceso electoral en cada una de las provincias y municipios del país. El profesor universitario adujo que en la política dominicana lo que prospera es una cultura de “buscar culpables” y “pedir las cabezas de los directivos de los partidos que pierden”, pero no evalúan los resultados con los criterios técnicos que sugieren las Ciencias Sociales que permiten determinar con precisión las reales causas de las victorias y las derrotas, para el diseño de los planes de acción en el futuro.

Expresó que cuando los partidos eran ideológicos y de cuadros, el método efectivo para evaluar los resultados de los procesos electorales y diseñar los planes de acción de cara al futuro eran los Congresos, pero ahora, convocar a ese tipo de eventos como sugieren algunos directivos del PRD que han reaccionado con enfado por los pésimos resultados que obtuvieron en las urnas el pasado 16 de mayo, más que ayudarle a encontrar las causas de la derrota, avivaría aún más la crisis y las contradicciones internas que proliferan en esa organización política.

Dijo que los métodos efectivos para evaluar los procesos electorales, y sobre todo, el desempeño de los partidos políticos y candidatos, son los métodos de investigación cuantitativos (sondeos) y cualitativos (grupos focales y entrevistas profundas), los cuales permiten identificar los motivos por los cuales los electores se acercan o se alejan de una oferta electoral.

El politólogo manifestó que “La clave de la investigación radica en determinar si quiénes se fueron de un partido lo hicieron como una reacción coyuntural por un disgusto determinado, o si por el contrario, actuaron de forma racional con la determinación de no volver jamás a esa entidad política”.

Dijo que los resultados de las pasadas elecciones implican un gran reto para el PLD, puesto que dispondrá de una mayoría congresional que les permitirá ejecutar sus planes y convertir en leyes sus iniciativas, independientemente del rol que asuma la oposición.

Precisó que “el PLD tendrá que saber utilizar el poder que el pueblo les ha delegado, ya que si no lo utiliza correctamente podría ser castigado en el futuro y no podrá utilizar la excusa de que dejó de hacer las cosas porque la oposición se lo impidió”.

Empero, “el PRD tiene un gran desafió, puesto que sino hace los correctivos necesarios de rediseño interno, de mejoría de imagen y de conseguir una identidad temática, la entidad podría entrar en un proceso vegetativo como el transitado por el PRSC a partir del 1996”.

Adujo que la situación se torna más complicada aún para el PRD, debido a que están buscando las causas de la derrota en los hechos equivocados. “La derrota del PRD el pasado 16 de mayo no se debe a una falla de su dirección, es el resultado del comportamiento histórico de ese partido y de graves errores cometidos en al pasado.” Puntualizó.

El politólogo recordó que el PRD surgió en 1939 para hacer oposición a la tiranía de Trujillo y ser un abanderado de la democracia y de la realización de los cambios sociales, políticos y económicos de la sociedad dominicana. “Muerto Trujillo, entonces el PRD escogió a Joaquín Balaguer como su adversario político, a quien enfrentaron en nueve (9) elecciones.”

El profesor universitario dijo que el antibalaguerismo les permitió al PRD convertirse en la organización aglutinadora de todas las fuerzas liberales de la Nación, puesto que al momento de concurrir a unas elecciones, hasta los comunistas más extremos preferían al PRD antes que a Balaguer.

Subrayó que entre 1986 y 1996 Balaguer hizo un gobierno distinto al de los 12 años en torno al respeto a las libertades públicas y los derechos ciudadanos, y con ese cambio de estilo de gobierno, el caudillo reformista le mató el discurso al PRD. “A partir de entonces, Balaguer construyó una imagen de un gobierno tan demócrata como los gobiernos perredeistas de Guzmán y Jorge Blanco”.

Precisó que el líder del PRD, José Francisco Peña Gómez entendió el hecho político, y aunque siguió con Balaguer como adversario “puso en marcha un proceso renovador del PRD, diversificando y mejorando la calidad del liderazgo de la organización, logrando atraer a intelectuales, empresarios, lideres religiosos, comunitarios y gremiales para colocarlos en los órganos de dirección del partido, y a la vez postularlos en las elecciones congresionales y municipales. Por eso el PRD, de un lejano tercer lugar que estaba en el 1990, rápidamente retomó su liderazgo, compitiendo de manera reñida en 1994 y 1996, y en las elecciones congresionales y municipales del 1998 obtuvo un triunfo aplastante que sirvió de antesala para que ganaran las elecciones presidenciales del 2000.”

El politólogo y estudioso de los procesos electorales expresó que después del fallecimiento de Peña Gómez, el nuevo líder de ese partido, ingeniero Hipólito Mejía diseñó una estrategia para conseguir el respaldo de sectores ligados a Balaguer, y ganar las elecciones del 2000. “La estrategia de Hipólito funcionó, pero tuvo un costo muy alto para el PRD, el cuál ellos ignoran, y por tanto no lo analizan”.

Manifestó que “los perredeistas en su afán por llegar al poder, de la noche a la mañana, y sin darle una explicación racional a sus militantes, mataron las ideas que habían enarbolados a lo largo de la historia, y llegaron tan lejos que unos cuantos meses después de muerto Peña Gómez, todos los legisladores del PRD levantaron sus manos en el Congreso Nacional para proclamar a Joaquín Balaguer, aún en vida, como Padre de la Democracia Dominicana”.

Adujo que con esa actitud, “los directivos del PRD le mandaron el mensaje a las presentes y futuras generaciones, de que fue un error todo lo que dijeron e hicieron en contra de Balaguer desde la muerte de Trujillo hasta el 2000. Por tanto, aunque el PRD ganó las elecciones presidenciales, porque biológicamente Balaguer no podía ganar ni gobernar, le mató a su militancia el espíritu del antibalaguerismo, el relato orgulloso que hacían los perredeistas de las una y mil batallas, de sus sacrificios y luchas”.

Belarminio Ramírez citó como una de las causas del desgaste que padece el PRD, el hecho se quedó sin discurso, sin argumentos creíbles, “ya que conjuntamente con el antibalaguerismo, el otro tema fuerte en la identidad conceptual del PRD era el antireeleccionismo, el cuál sepultaron torpemente en el 2002 para postular en el 2004 a un presidente con una desaprobación de un 70 por ciento del electorado”.

Expresó que los partidos como los seres humanos transitan un proceso biológico, y pasan por varias etapas: nacimiento, adolescencia, crecimiento, madurez, reproducción senectud y muerte.

Considera que el PLD tiene una gran ventaja sobre el PRD, y el hecho se reflejó en las pasadas elecciones, debido a que es un partido más joven, que surgió como partido de cuadros y desde el poder se convirtió en una maquinaria electoral, pero en su manejo operativo ha logrado construir una imagen de más madurez, eficacia y disciplina que su oponente.

Adujo que la estrategia de la direccion del PRD en el pasado proceso electoral fue correcta, puesto que intentaron cambiarle el rostro a la organización y construir una imagen de una organización madura y sensata, comprometida con el sistema democratico y coparticipe de la búsqueda de solución a los problemas nacionales.

Entiende que el PRD perdió “no porque su estrategia fuera mala y porque sus directivos no hicieran bien el trabajo. El PRD perdió en parte porque su oponente es un partido superior, con mejor estrategia y con un líder –el presidente Leonel Fernández- que cuando entra en el terreno fácilmente pone el escenario a favor de su organización”.

Otro hecho, que a juicio del politólogo ha gravitado en contra del PRD en los últimos dos procesos electorales, es que esa organización, después de la muerte de Peña Gómez, abandonó a sus aliados tradicionales, y estos han sido atraídos por Leonel Fernández y el PLD.

Belarminio Ramírez dijo que “un partido es como un paciente, y la única forma de curar a enfermo es conocimiento y atacando directamente a las causas que generan la enfermedad, y los perredeistas están atrapados en su odio interno, en los ataques desmedidos, despiadados e irracionales a sus propios correligionarios. Si quieren que el PRD retorne a lo que fue en el pasado, lo primero que deben hacer es sacarse la ira, el odio y el rencor que tienen internamente, y que los está carcomiendo como políticos y como organización”.

El politólogo y abogado Belarminio Ramírez expresó estos argumentos al ser entrevistado por Dania Goris en el programa Puntos de Vistas que se transmite por Color Visión.

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