Se cumple este martes el  décimo tercer   aniversario del fallecimiento del  doctor José Francisco Peña Gómez, quien murió el 10 de mayo de 1998 a la edad de 61 años.

El extinto líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), padecía de cáncer pancreático desde 1994 que comenzaron los síntomas      que aquejaba al líder más grande de todos los tiempos. Pero la enfermedad  cedió después de un tratamiento en los Estados Unidos. Más tarde, el cáncer reapareció, y Peña Gómez pasó la mayor parte del resto de su vida yendo y viniendo entre Santo Domingo y  Nueva York, donde fue sometido a tratamiento médico. Finalmente muere  en Cambita Garabitos, San Cristóbal, 6 días antes de las elecciones  congresuales y municipales donde se postulaba como síndico de la capital.

La muerte de Peña Gómez dejó a la sociedad dominicana conmovida. Sus más fuertes adversarios  reconocieron las virtudes y cualidades del hombre, que no pudo alcanzar  la presidencia de la República  por prejuicios raciales  que  emprendieron en su contra, y  fue acusado de las barbaridades más horrendas que un ser humano pueda  aguantar.  

Peña Gómez nació el 6 de marzo de 1937 en la loma de El Flaco, Cruce de Guayacanes, sección de Mao, municipio cabecera de la provincia Valverde. Sus padres fueron: Vicente Oguís y María Marcelino.

Según datos históricos  Peña  fue adoptado cuando era un bebé por un campesino dominicano cuando sus padres se vieron obligados a huir de nuevo a  Haití, debido a la masacre llevada a cabo contra los haitianos en 1937 por el dictador  Rafael Leónidas Trujillo.

En conmemoración de su fallecimiento este lunes el presidente del Partido Revolucionario Dominicano, PRD, Miguel Vargas, exhortó a la dirigencia y militancia de esa organización a participar este martes en las actividades conmemorativas del fallecimiento del extinto líder  del partido blanco.

El PRD recordará  el décimo tercer aniversario de la muerte de Peña Gómez, incluyen la celebración de una misa en la iglesia Las Mercedes a partir de las 9 de la mañana y a continuación una ofrenda floral en el mausoleo del cementerio Cristo Redentor, donde reposan sus restos.