SANTIAGO, 10 de marzo 2009.- El periodista José Alfredo Espinal, culpó a los gobiernos dominicanos de la cantidad de dominicanos que mueren en el mar por lograr el sueño de llegar a la vecina Isla de Puerto Rico, con la finalidad de cambiar sus condiciones de vida.

Espinal, quien visitó a Puerto Rico y algunas de su ciudades, afirma que no hay que cuestionar a quienes cometen la locura de abordar una yola, pagando miles de pesos que toman prestados hipotecando sus casas, sus tierras y pidiendo ayudas económicas a sus familiares y amigos, tratando de cruzar el mar para llegar a esa isla.

A quienes hay que cuestionar de esa situación es a los gobiernos dominicanos quienes con sus políticas erróneas provocan la estampidas de criollos por la desesperación de vivir digna y decorosamente en su tierra que los ha visto nacer, crecer, desarrollarse y reproducirse.

De igual manera, Espinal no censura a miles de mujeres dominicanas que hayan tenido que irse a prostituir a Argentina, España, Suiza, Martinica, Islas Vírgenes y otras naciones a vender su cuerpo al mejor postor para poder generar fuentes de ingresos para que sus descendientes puedan vivir en mejores condiciones.

La mayoría de las mujeres que se han ido a otras naciones a prostituirse, laboraban como operarias en la zona franca de la ciudad de Santiago y otras ciudades, cuyas empresas fueron cerradas.

Se calcula que en Santiago más de 60 mil operarias y operarios fueron cancelados de las industrias de la Zona Franca.

Aún los despidos de operarios y operarias, incluyendo a embarazadas prosiguen debido al cierre de industrias de la Zona Franca que funcionaba en Santiago.

Espinal resaltó la organización de la sociedad puertorriqueña, el orden, el respeto y los sueldos que ganan los obreros, el respeto de las leyes de tránsito, la solidaridad, el confort de las unidades de pasajeros, la cultura, costumbres y otros hábitos que impera en cada uno de sus habitantes.

Expresa que visitar la "Isla del Encanto" como se poéticamente se conoce a Puerto Rico, es como sentirse en su propia tierra de la República Dominicana, ya que la gente de allí habla español, aunque con un "cantadito diferente".

Asimismo de que sus habitantes son simpáticos como los dominicanos, alegres; le gusta la música, el baile y otras cosas más típicas del ciudadano de la tierra de los prohombres Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, Gregorio Luperón, Santiago Rodríguez y otros que ofrendaron sus vidas en aras de la Libertad y separación de los haitianos.