Washington, 7 mar (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo hoy que se avecinan más "días difíciles" en los próximos meses, pero aseguró que esta que convencido de que el país saldrá del pozo y reiteró su compromiso de hacer todo lo posible para que así sea. Sus comentarios llegan un día después de la publicación del dato de desempleo más alto de los últimos 26 años en el país.

El número de personas sin trabajo alcanzó los 12,5 millones en febrero, lo que dejó la tasa de desempleo en el 8,1 por ciento, un nivel que no se veía desde 1983.

Obama se refirió hoy a esos datos durante su discurso radiofónico semanal al recordar que se han perdido 4,4 millones de empleos desde el inicio de la recesión, en diciembre de 2007.

"Estas no son sólo cifras, sino que representan las dificultades que viven en carne propia millones de estadounidenses que ya no saben cómo pagarán sus cuentas ni su préstamo hipotecario, ni cómo mantendrán a su familia", afirmó el inquilino de la Casa Blanca.

Vaticinó, de todos modos, que EE.UU. superará las dificultades y señaló que de actuar con "firmeza y responsabilidad" saldrá "más próspero y fuerte" de esta crisis que nunca.

Defendió su plan de estímulo económico que, señaló, impulsará la generación de empleo, logrará que vuelva a fluir el crédito a la economía y ayudará a los propietarios de vivienda en problemas.

Además, dijo Obama, su estrategia económica incluye la solución de desafíos a largo plazo como los costes sanitarios, la dependencia del petróleo y la situación de las escuelas del país.

Mencionó la puesta en marcha de un plan para evitar ejecuciones hipotecarias en el caso de casi cuatro millones de propietarios de vivienda, que permitirá "que los prestamistas trabajen con los prestatarios para refinanciar o reestructurar sus hipotecas".

Recordó también la entrada en vigor de un plan que generará nuevos préstamos por hasta un billón de dólares.

Reiteró, asimismo, su promesa de crear 3,5 millones de empleos en los próximos dos años, gran parte de ellos en la construcción de carreteras y puentes, turbinas eólicas y paneles solares, así como en la expansión de la banda ancha y el transporte público.

El presidente estadounidense alertó, de todos modos, que habrá que tomar decisiones difíciles.

"Como cualquier familia que pase por tiempos difíciles, nuestro país debe de tomar decisiones difíciles. Para poder comprar lo que necesitamos, no podemos desperdiciar en lo que no necesitamos", destacó.

Criticó, en ese sentido, las prácticas de las administraciones que le precedieron, al señalar que ha heredado un proceso presupuestario "irresponsable e imposible de mantener".

"Durante muchos años Wall Street ha usado trucos contables para esconder costos y eludir responsabilidades y lo mismo hizo Washington", afirmó hoy Obama.

Hizo hincapié, por lo demás, en que en lo que no se puede escatimar es en la reforma del sistema sanitario estadounidense, el más caro del mundo y uno en el que alrededor de 46 millones de personas carecen de cobertura.

La Casa Blanca acogió el jueves una cumbre sobre salud con el fin de dar el pistoletazo al proceso de reducción de costes sanitarios y ampliación de la cobertura médica.

El legislador republicano de Misuri Roy Blunt advirtió en la respuesta de los conservadores al discurso de Obama de los riesgos de una excesiva intervención gubernamental en el sistema sanitario.

"Alguna gente está dedicando mucho tiempo a hablar sobre cómo gastar su dinero en mayores programas gestionados por el Gobierno", afirmó Blunt, quien dijo sentirse "preocupado" de que desaparezcan de escena los seguros privados de salud "que disfrutan muchos estadounidenses".

Por lo demás, Obama concluyó su discurso invitando a sus compatriotas a descubrir "las grandes oportunidades" en medio de la "gran crisis" actual.

"Hemos experimentado grandes dificultades antes y cada una fue una prueba que cada generación logró no sólo superar, sino aprovechar para prosperar", insistió