miércoles, 25 de marzo de 2009

Johnny Pacheco relata que su primer encuentro con Rubirosa es el más lindo de toda su vida


NUEVA YORK._ El mundialmente afamado maestro dominicano de la música tropical y el jazz latino Johnny Pacheco, asegura que su primer encuentro, mientras tocaba una fiesta en el Paledium de Nueva York, con el entonces internacionalmente reconocido playboy y compatriota suyo Porfirio Rubirosa, es el más “lindo” de su vida.

Pacheco, ex director de la Fania All Star´s, dijo en una entrevista con el portal “martilloy clavo.com” que cuando notó la presencia de Rubirosa en medio del gentío del centro de espectáculos, entonces, el más concurrido de la ciudad, se impresionó tanto que sólo atinó a decir: “ese tipo es un barbarazo”.

El músico que recientemente celebró sus 50 años en los escenarios y la discografía, recordó que el playboy de la Era de Trujillo, estaba impecablemente vestido, las uñas perfectamente bien arregladas y que no hubo una solo mujer que no dirigiera la vista hacia él.

“Ese fue el encuentro más lindo de toda mi vida. Yo estaba tocando en el Paledium y me dijeron que había llegado una persona que no quería dar su nombre, pero quiso que fuera a su mesa”, cuenta el maestro Pacheco.

“Nunca me imaginé, que se tratara de Rubirosa. No tenía una sola falta en su apariencia. Tenía todo arreglado, desde las uñas, hasta el pelo y andaba con dos destacadas personalidades que eran Kent Novak y Doris Duke”, agregó Pacheco.

“El tipo (Rubirosa), era muy elegante y siempre parecía un hombre de verdad”, describe en la entrevista el afamado músico. Al definir a Rubirosa como “impresionante y querido”, expresó que fue un hombre que se casó con las tres mujeres más ricas de su época.

“Pero a la hija de Trujillo (en referencia de Flor Oro Trujillo), la sonó (golpeó) y después la abandonó”, expresó. “Y dondequiera digo que el enemigo principal de Rubirosa era Ramfis, porque siempre quiso ser un Rubirosa”.

Dijo que Ramfis, uno de los hijos de Trujillo, “le lavaba el carro a Rubirosa, era al revés”. Según Pacheco, Ramfis, “se suicidó”, destacando que fue una “rara coincidencia” que el hijo del dictador muriera de la misma forma y en el mismo lugar que Rubirosa.

Preguntado que si Rubirosa era su ídolo, Pacheco respondió: “c… cualquiera quiere ser Rubirosa”.

Pacheco, fue galardonado con “El Soberano”, el máximo galardón de los Premios Casandra en la República Dominicana durante la ceremonia del 2009 llevada a cabo ayer martes en Santo Domingo.

QUIEN ERA RUBIROSA

Se calcula, conservadoramente que en su vida de playboy, Porfirio Rubirosa gastaba más de $2 millones de dólares al año a costa de las fortunas de dos de sus mujeres, consideradas entre las más ricas del mundo para la época.

Con aspecto de un “James Bond” en su momento, En vida, Porfirio Rubirosa jugó polo, piloteó bombarderos B-25, corrió ferraris en Le Mans, y buscó tesoros perdidos en el Caribe. Pero fue su éxito con el bello sexo que lo convirtió en una leyenda. Sus conquistas incluyeron a Eva Perón, Ava Gardner, Jayne Mansfield, Veronica Lake y Dolores del Río. La cuenta final nunca se sabrá. Un amigo confirma que Rubi, quien se casó con las dos mujeres más ricas del mundo una detrás de la otra, Doris Duke y Barbara Hutton, durmió con "miles de mujeres" mientras vivía en París en los 50 y 60. El columnista Taki Theodoracopulos recuerda que cuando se emborrachaba, Rubi tomaba una guitarra y cantaba "Soy sólo un chulo".

La galantería de Rubirosa era simpar. Cuando estaba cerca, un cigarrillo sin encender nunca tocaba la boca de una mujer. "Si estaba hablando con un señora de 80 años o con una niña de 4, la mujer más bella del mundo podía pasar frente a él y no la miraría", dice su amiga Mildred Ricart, cuyo esposo, Jaime, estuvo en el servicio diplomático con Rubirosa. "El hacía que cada mujer se sintiera que era la más importante del mundo. Hay muchos hombres que son excelentes en la cama, pero que no puedes ir a cenar con ellos".

Pero el encanto de Rubirosa tenía mucho que ver con ambas cosas. Truman Capote describió en su novela inconclusa Answered Prayers, el principal atributo de Rubi como una "macana café con leche de once pulgadas, tan grueso como una muñeca de hombre". Su constante estado de erección le ganó el apodo de "siempre listo". Cuando le preguntaron que comparara el miembro de Rubirosa con los zapatos número 11 usados por el escritor, reconoció que los zapatos eran más pequeños.

El hecho de que fuera estéril no afectó a Rubirosa. Al contrario, esto hizo que las mujeres saltaran a su cama. Evidentemente, también dominaba los puntos delicados de la técnica de la seducción sexual.

Rubirosa era bajito, como 5 piés 9 pulgadas y delgado. Aunque no poseía la belleza de un ídolo de matinee, "exudaba una sensación de romance y aventura", y era latino. Una testigo recuerda que "hasta en una casa elegante (como la de Zsa Zsa Gabor) todavía prefería comer nada más que un gran plato de arroz y frijoles". Aunque no nació rico, nunca tuvo un empleo a tiempo completo. "La mayoría de los hombres ambicionan ahorrar dinero", dijo una vez Rubirosa. "La mía es gastarlo".

Julia Álvarez afirma que el auge y la caída de Rubirosa estuvo inexorablemente ligada a la del generalísimo Trujillo.

Porfirio Rubirosa nació en una familia de clase media en República Dominicana, en 1909. Su padre fue designado consejero en la embajada en París en 1920 y se llevó a su hijo con él. Cuando debió regresar a casa, en 1923, una familia chilena rica encontró a Rubi tan encantador que le pidieron a su padre que le permitiera permanecer con ellos en París para continuar su educación. Rubi regresó a la RD a los 17 años y se enganchó al ejército, en cuyos rangos avanzó rápidamente llegando a ser capitán a los 20 años, así como capitán del equipo de polo. Rubi no tenía dinero propio en este momento. Durante los fines de semana, organizaba veladas de boxeo cerca del parque de Santo Domingo, cobrando dos centavos de entrada.

Durante un juego de polo en 1932, Trujillo observó al joven capitán Rubirosa. En sus memorias, escritas durante los años 60 y nunca terminadas, recuerda que Trujillo le preguntó: "Qué usted está haciendo. Le dije que estaba estudiando para abogado, pero Trujillo me pidió que, en vez, pasara a la guardia presidencial. Pensaba que estaba hecho para el uniforme, lo que me gustaba, porque sabía que las mujeres eran atraídas por el uniforme".

Una de sus primeras asignaciones fue recoger en el aeropuerto, a Flor de Oro, la hija de 17 años de Trujillo, que estaba regresando al país luego de estudiar en Francia. Rubi conversó con ella en francés y la joven quedó prendada. Flor de Oro lo invitó a un baile en el Palacio Presidencial y esa noche bailaron cada tonada. Esto no era correcto en sociedad y suicida tratándose de la hija de Trujillo, quien se molestó bastante por la falta de etiqueta de su hija y degradó a Rubirosa que corrió a esconderse a la plantación de café de su familia. Pero luego de ocho días, Rubi se impacientó. "Es uno de mis principios fundamentales: prefiero arriesgarlo todo que aburrirme".

Flor de Oro le envió un mensaje para que se comunicaran por teléfono. En la conversación, Flor de Oro le dijo que le había pedido a su padre que le permitiera casarse. Rubi aceptó seguido.

Antes de morir en 1975, Flor de Oro le grabó una cinta a su amiga Maritza Quiñones contándole su vida. Esta es la descripción de la noche de bodas: "Fuimos llevados a un bungalow en los terrenos del palacio. Todavía llevaba puesto mi traje de bodas para que mi madre (que no fue invitada a la boda) pudiera verme con él antes de perder mi virginidad... Él me llevó al lecho nupcial. estaba asustada con esa cosa apuntándome... Me asusté y corrí por toda la casa". Flor de Oro dijo que le duró una semana recuperarse de esa noche.

Al despacharlo como diplomático a Berlín, Trujillo dijo "es un excelente diplomático porque las mujeres lo adoran y es un mentiroso".

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