SANTIAGO DE LOS CABALLEROS.-  La Iglesia Católica de Santiago de los Caballeros afirmó  que los últimos hechos de violencia ocurridos en el país sacuden a todos y el temor a salir a las calles trastorna la salud de muchos ciudadanos, donde la delincuencia pretende poner de rodillas la nación. Expone, “no salimos del espanto provocado por la muerte de tres agentes policiales, que perdieron la vida cumpliendo con su deber”, en el semanario Camino en su nota editorial de esta semana, que está circundo desde este domingo. Agrega, que dos jóvenes intentaron atracar al dirigente político ingeniero Eduardo Estrella, pero pasan las horas y aparecen tres niños muertos en una comunidad de Azua, y “así podemos llenar páginas reseñando la cantidad de acciones vandálicas y criminales que nos azotan”.

Según el semanario impreso, “la delincuencia quiere poner a todo un pueblo de rodillas”.

De acuerdo a los religiosos, la delincuencia “nos está robando la paz y trastorna el estilo  de vida. Ya nuestras casas 

parecen cárceles, no le caben más barrotes.

Dice,  que los malhechores se han adueñado de nuestros espacios, pero dijo que es tiempo de lanzar una campaña nacional contra el crimen.

Enfatiza, que “no hacemos nada con seguir haciendo comparaciones con otras naciones para justificar lo que estamos presenciando”.

Considera, que una sóla persona que pierda la vida por culpa de la violencia, debe ser motivo suficiente para aunar los esfuerzos de tanta gente buena que tenemos, y así buscar los correctivos de lugar.

Describe el semanario Camino, que el consumo y tráfico de drogas, la impunidad frente a los violadores de la ley, a veces amparados en padrinazgos políticos, el deterioro de una cantidad de familias que están enviando a la calle a verdaderos engendros del mal.

De manera incisiva expone,  que la falta de políticas sociales que enfrenten las raíces de los males que padecemos, son parte del problema que debemos enfrentar. “No se puede perder un minuto más en la lucha contra la inseguridad que padecemos.

Exhorta, que “dejemos atrás las palabras y busquemos la solución a este mal. Somos un pueblo noble y generoso”.